domingo, 8 de agosto de 1993

Mensaje de Nuestra Señora

Mis hijos, hoy estoy feliz de verlos tan numerosos en esta Capilla. Les agradezco. Pronto mostraré toda Mi Misericordia.

Les doy, mis hijos, mis Mensajes con la aflicción de Madre. Presten atención a Mis Mensajes, hijos, porque se los concedo con el Corazón afligido. Vengo del Cielo, una vez más, para mostrarles el Camino que conduce a DIOS.

Mis hijos, ¡recen! ¡recen! ¡Recen mucho por el mundo! ¡Recen el Rosario todos los días con fe 'viva' en Jesús y en mí! ¡Soy la Señora del Rosario! Desde el cielo vengo a enseñarles cómo rezar. Recen, ayunen!

Hijos abran sus corazones a DIOS, a través de una conversión sincera a ÉL".

(Marcos): (Mirando a las 130 personas presentes, dijo:)

"- Los bendigo a todos, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Mis hijos, ¡recen con justicia! Me piden muchas cosas, hijos; pocos piden el Espíritu Santo!

Mis hijos, para que disfruten de este tiempo especial de gracia, ¡recen! Desciendo a la tierra para ayudarles a AMAR. ¡Recen! ¡Recen! ¡Recen! ¡Recen!"

Segunda Aparición

"- Mis hijos, veo en ustedes un gran mal: - tengan cuidado, hijos, con la codicia! Solo quieren tener, querer, poder poseer todo; les preocupa el dinero, el dinero y más dinero.

¡Tengan cuidado, hijos! Despierten de este sueño de materialismo, codicia y pecado! ¡Recen! No les importa su futuro eterno. Preocupense primero que nada por sus almas!!! ¿De qué sirve al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma? Deshaganse de las cosas de la tierra! Miren los bienes espirituales que no pasan.

Hijos, sus corazones fueron hechos para Jesús solo. Quiero dárselos puros e inmaculados a Jesús, pero necesito que me escuchen y me lo permitan! No puedo, no quiero, romper sus corazones. Quiero que se abran.

Vengo del Cielo, Llena de Gracia. ¡Soy la Reina de la Paz! ¡Soy la Mensajera de la Paz y Madre de la Iglesia! Estos Mensajes, que les comunico con el Corazón afligido, deben ser recibidos por todos lo antes posible y con gran urgencia! Hijos, miren a su Madre, miren mi Corazón. (Mostró Su Inmaculado Corazón) Cuando el Todopoderoso Padre Me envió aquí, vine con la mayor buena voluntad.

Recen, Mis hijos! Recen mucho por la conversión de los pobres pecadores y de aquellos que están lejos del Señor! ¡Conviértanse! Expulsen el mal de sus corazones y decidan caminar por el camino del Verdadero AMOR!

Hijos, los amo inmensamente. Desde el fondo de mi Inmaculado Corazón, les agradezco por toda su correspondencia a los Proyectos de mi Madre! Presten cada vez más atención a Mis numerosas llamadas de Madre!

Soy la Mujer Vestida de Sol! Tengo la tarea de vencer a Mi enemigo, quitándole lo que ha conquistado y devolvérselo a Jesús. Miren Mi Inmaculada Luz, y síganla, que los conducirá a Jesús.

Hijos, los bendigo en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.