lunes, 15 de agosto de 1994

Asunción de la Bienaventurada Virgen María al Cielo en Cuerpo y Alma

Hijo mío, ¡Alabad a nuestro Señor Jesucristo!

(Marcos): (A lo cual respondí:) "- ¡Alabadle para siempre!"

"- Querido hijo, me alegro de estar aquí una vez más, con mis hijos y contigo.

(Marcos): (Levantando las Manos, la Virgen dijo:)

"- Una vez más os bendigo a todos, con la Bendición de mi Señor, y Él os da la Bendición de la Paz".

(Marcos): (Ella guardó silencio unos momentos mientras ponía las Manos sobre su Pecho de nuevo, y luego continuó)

"- Hoy, en la Fiesta de mi Asunción al Cielo, quiero decir a todos vosotros, queridos hijos, que hoy soy un Signo de Esperanza!

Mi DIVINO Hijo Jesucristo no me dejó en la corrupción del sepulcro, sino que vino por mí. Me tomó en Cuerpo y Alma con Él al Cielo.

Allí soy Reina del mundo mortal, y también de todos los Ángeles y Santos. Mi Glorioso Cuerpo, queridos hijos, emana el 'Perfume' de DIVINAS Gracias a cada uno de vosotros.

Todos aquellos hijos que Me siguen, que verdaderamente quieren seguir Mi Corazón, en cada uno de ellos coloco el 'Perfume' de Mi Gracia Celestial.

Hoy, comienzo un nuevo año con vosotros! Comienzo un Año Santo para la familia y la juventud, porque las familias, queridos hijos, están en peligro, y los jóvenes también están siendo muy tentados y desviados del camino de DIOS. Por eso he descendido del cielo una vez más, para venir en ayuda de las familias y los jóvenes.

Queridos hijos! Queridos jóvenes! Queridas familias! ¡Orad! ¡Orad! ¡Orad! En este Año Santo, cuando acompañaré a vuestras familias y a vuestros jóvenes de una manera especial, lo primero que os pido es esto: - ¡Resad el Rosario!

Hijos míos, el AMOR del Señor se está dando a todos vosotros. Deseo, hijos míos, invitaros al AMOR de DIOS!

¡Oh, cuántos pecados hay en la tierra! ¡Cuántos pecadores que se condenan eternamente en el infierno!"

(Marcos): (La Virgen me pidió besar el suelo por la conversión de los pecadores. Entonces besé y sentí un movimiento en mi corazón que me llevó a orar de esta manera: Mi Señor, por este beso, perdonad todos nuestros pecados! y oré en nombre de toda la humanidad. Me levanté, todavía arrodillado, y miré a la Virgen de nuevo, y entonces, Ella continuó)

"- Hijo mío, deben hacerse sacrificios de AMOR, sacrificios llenos de verdadera Caridad hacia los hermanos y hermanas más pecadores.

Hijos míos, ¡orad y haced penitencia! Sólo la oración y la penitencia pueden salvar al mundo! Todavía hay tantas catástrofes que se avecinan.

¡Orad! ¡Orad! ¡Orad mucho! Orad sin cesar. Comunicad también, queridos hijos.

Os pido esto: - Abandonaros en las Manos de DIOS el PADRE, de mi Hijo, y del Espíritu Santo. Mis Ángeles estarán a vuestro lado, y os ayudarán.

¡El Paraíso hoy se regocija con Mi Coronación como Reina del Cielo y de la Tierra!

Hijos míos, cada vez que vengo a daros mensajes, traigo el Paraíso a cada uno de vosotros. Queridos hijos, esforzaos por el Paraíso, ¡por el Cielo! ¡Cuántos son los que piensan, y que hacen todo para entrar en el Cielo!

Luchad por el Cielo, hijos míos, y tened confianza en Mí".

(Marcos): (La Virgen continuó hablándome)

"- Ven, hijo mío, hoy te daré una Gracia Especial. Ven a besar Mi Pie como Signo, una vez más, de que te tomaré de la Tierra por unos momentos, para darte el AMOR del Cielo. para que en tu día a día, lo transmitas a todos tus hermanos".

(Marcos): (Y entonces le pregunté si podía ir de rodillas o de pie hacia ella, y pronto ella me respondió:)

"- Ven de rodillas, hijo mío."

(Marcos): (Fui a donde estaba ella, y entonces me dijo:)

"- ¡Levántate!"

(Marcos): (Me puse de pie. La Virgen cerró los ojos, comenzó a brillar con más LUZ, y entonces, toqué mis labios a Su Pie Derecho Más Santo y lo besé.

Sentí como si no estuviera aquí en la tierra, sino como si hubiera muerto, o sido transportado a otro lugar.

El AMOR QUE sentí pasando en mi cuerpo y en mi corazón era algo muy fuerte. Entonces la Virgen dijo que podía volver al lugar donde estaba. Me di la vuelta, me arrodillé, y Ella continuó:)

"- Hijo mío, tu lugar en el Cielo ya está reservado, pero. ten cuidado de no perderlo por el pecado, y dile también a tus hermanos y hermanas que llamo a todos a ser santos y a entrar en el Cielo.

Hijo mío! ¡Ora por tus hermanos y hermanas! Dile a tus hermanos y hermanas que también oren! Mi deseo es que sean felices en la tierra, y vengan a estar conmigo en el cielo.

Os amo, hijos míos, y os dejo hoy Mi Bendición de la Paz en el Nombre del Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo".

(Marcos): (Y entonces la Virgen se fue, elevándose. El AMOR que colocó en mí fue tan grande en el momento en que besé Sus Pies que no pude contener las lágrimas, salieron solas, y después de que la Virgen se fue con los dos Ángeles, más brillantes que el sol, la Luz se apagó y me vi en el mundo de nuevo.

La Virgen pide: VIVID LOS MENSAJES. Me dejó besar Sus Pies para mostrar que Ella es Nuestra Madre, y que Su Cuerpo está en el Cielo, en Carne y Hueso, y también para confirmar que nos está esperando allí. Es en esta Colon que descansaremos eternamente, si nos esforzamos aquí en la tierra por alcanzar la Vida Eterna en el Cielo. ¡Alabad a nuestro Señor Jesucristo)