Queridos hijos, hoy vengo a pedirles que vivan Mis Mensajes. Son un regalo de Mi Corazón, para todos ustedes. Cada PALABRA que sale de Mi Corazón, sale llena de Paz, fuerza, y AMOR.
Vivanlos, pues deseo que sean un apoyo para cada uno de ustedes, en la oración.
También quiero pedirles que detengan las blasfemias. En el momento de la ira, comienzan a blasfemar y maldecir en sus hogares, y así, estos se llenan de mal.
Si quieren ser Míos, deben renunciar a ellas, para ser puros, para ser humildes, para ser Míos".