Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil

 

martes, 17 de julio de 2001

Oración enseñada por Nuestra Señora, para rezar sosteniendo la Santa Medalla de la Paz

 

Hijos Míos, recen esta oración cada día, sosteniendo Mi Santa Medalla de la Paz:

"Oh Virgen de la Santa Medalla de la Paz, protege y guarda mi cuerpo y alma de todo mal.

Esta pequeña oración, si se hace con Sincero Amor y Confianza, será efectiva para quien la reza, y Mi Protección será sentida y verificada en todas partes, produciendo Grandes Gracias para las almas de Mis pequeños hijos...Recen sin cesar, para que Yo pueda ayudarles sin cesar. Si no rezan, no podré ayudarles.

(Informe-Marcos): Luego, continuando el Mensaje, Nuestra Señora dispuso revelar una más de Sus Secretas Penas)

(Nuestra Señora:) Escribe, hijo Mío: -Cuando Mi Esposo Más Casto reconoció Mi Milagroso Embarazo, aún sin comprender y siendo iluminado por las Luces de lo alto, que el Ángel del Señor vendría a comunicarle, llenó Su Corazón Más Amado de atroces dudas. Por un lado, sabía que Yo, la más pura, más santa y casta, nunca podría haber pecado, pero, por otro lado, no podía comprender cómo Me encontraba embarazada, habiendo hecho Yo y Él un 'voto de castidad' al Señor. Entonces, Su Corazón Más Hermoso y Más Justo se hundió en un océano de angustia y aflicción sin sí, y para no herirme, decidió dejarme en secreto...Cuánta aflicción sintió Mi Inmaculado Corazón cuando vio la aflicción de San José no puede traducirse en palabras. Conociendo por Revelación Divina lo que le estaba sucediendo a Él y lo que había decidido hacer, supliqué con fervientes oraciones y sacrificios al Señor que venga a ayudarnos, y que se dignara revelar a San José, si fuera Su Voluntad Más Santa, Sus Diseños Más Altos y Sublimes de Amor y Misericordia. Fue entonces que el Ángel del Señor descendió del Cielo, quien, con las Luces del Altísimo, le reveló todo lo que Me estaba sucediendo a Mí, y también lo que sería la Misión que le tocaría, haciendo los tiempos del Padre Eterno en la tierra, cuidando y protegiendo la Palabra de Dios.

El Corazón de San José descansó entonces en la Paz del Señor...Mi Corazón, dolorido de angustia, descansó por un breve momento, para prepararme para dolores aún más agudos...Este Mi Dolor no es reverenciado ni venerado por los hombres, quienes, inmersos en el mar de sus pecados y placeres mundanos, ni recuerdan ni meditan sobre él. ...Diles a todos, Marcos, que estaré atenta a la voz de Mis hijos, que entonces la contemplen, y atenderé a sus peticiones, cuando Me invoquen a través de Ella...Que el mundo conozca, venere y difunda el conocimiento de este Mi Gran Dolor, para que entonces se convierta y tenga la Paz Divina, que vendrá a ellos, a través de Mí.

Orígenes:

➥ MensageiraDaPaz.org

➥ www.AvisosDoCeu.com.br

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