domingo, 24 de noviembre de 2019

Mensaje de Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz

Queridos hijos, Yo soy la Virgen del Corazón de Oro. Yo soy la Casa de Oro del Señor, donde el Señor colocó todos los tesoros de Su gracia. Por eso, quien quiera la gracia de Dios, quien quiera cualquier favor del Señor, quien quiera poseer los tesoros del Corazón de mi Hijo, que venga a mí y le daré, le daré estos tesoros.

Mi hijo Marcos interpretó con precisión el significado de mi Corazón de Oro en mi aparición de Beauraing. Sí, todos los tesoros del Cielo están en mi Corazón, en mí está la vida, la gracia y el favor del Señor y los que me buscan, seguro que me encuentran.

Vivo cerca de los que me aman y me bendicen con la vida.

Estoy cerca de los que se cansan por mí, de los que se entregan por mí, de los que se consumen por mí cada día de su vida.

Los que trabajan por mí no pecarán y los que me dan a conocer tendrán vida, ¡vida eterna!

Estoy cerca de los hijos que hacen esto y allí mis hijos pueden encontrar en mí todos los tesoros y favores del Señor.

Venid y pedid cuanto queráis y recibiréis. La medida que recibas será la medida en que confíes, creas y te dirijas a mí con confianza. En otras palabras: la medida de la gracia será la medida del recipiente de confianza con el que vengas a mí.

Donde haya fe en que soy la Casa de Oro del Señor, en que poseo todas las gracias y tesoros del Señor, en que puedo hacerlo todo ante Él, en que soy la Reina del Cielo y de la Tierra, allí derramaré las abundantes gracias del Señor y haré maravillas.

Donde no se crea ni se confíe en que soy la Casa de Oro del Señor, allí no podré hacer nada. Pedid mis gracias, hijos míos, no permitáis que mis dedos sigan retrayéndose sin liberar los rayos de gracias que tanto deseo derramar sobre vosotros y sobre el mundo entero.

Pedid con largueza y recibiréis también con largueza.

Pedid con confianza ilimitada y recibiréis, hijos míos, con abundancia ilimitada las gracias de mi Corazón.

¡Rezad, rezad mucho el Rosario! El que reza mi Rosario todos los días nunca se verá asolado por la aridez espiritual, por la desertización espiritual, y si un día cae en la aridez y la tibieza, saldrá rápidamente de ese lamentable estado.

También prometo a todo el que rece mi Rosario: que tendrá mi ayuda en todas las luchas, batallas y disputas de la vida y le daré la victoria sobre los malvados, sobre las injusticias y haré que triunfe siempre.

También prometo, a los que recen mi Rosario cada día, que nunca serán poseídos por el demonio, nunca tendrán la presencia del enemigo con la infestación diabólica en sus casas y si la hay, pronto esta infestación terminará por el poder de mi Rosario.

También prometo a todos los que recen el Rosario de mis Lágrimas que recibirán una bendición especial de mi parte el primer sábado de cada mes.

Y los que recen con confianza mi Rosario de la Paz y el Rosario de las Personas Consagradas recibirán una bendición especial de mi Corazón el segundo sábado de cada mes.

¿Amas a mi Hijo? ¿Me amáis a mí? Entonces, sacrificaos por mí.

Sacrificaos por mí, renunciando al mundo, a todo lo que el mundo os ofrece y viviendo una vida de total entrega y obediencia a mí.

Sacrificaos por mí, despreciándoos a vosotros mismos y a vuestra voluntad, haciendo la mía y viviendo continuamente en correspondencia con mi gracia maternal, mi amor, mi querer cada día de vuestra vida.

Sacrificaos por mí, dejando a un lado vuestros planes y deseos para cumplir mis planes y deseos. Y entonces, mi gran plan de amor se realizará en la vida de vosotros y de todos mis hijos para la salvación de la humanidad.

Sacrificaos por mí, haciendo como hizo siempre mi hijito Marcos: trabajando por mí todos los días, fatigándoos por mí todos los días, consumiéndoos por mí todos los días, porque los que trabajan por mí no errarán, los que me dan a conocer tendrán vida eterna y los que viven por mí encontrarán gracia ante el Señor.

Haced esto y mi Corazón Inmaculado se alegrará y se saciará en vosotros y entonces recibiré por fin de mis hijos el verdadero amor que siempre he buscado, pero que raramente he encontrado y que aquí encontré en mi hijito Marcos, de forma ilimitada y también, espero recibir de todos vosotros este amor ilimitado, mis queridos hijos.

Sacrificaos por mí muriendo al mundo, muriendo a vosotros mismos, muriendo al yo y viviendo sólo para mí y a través de mí para Dios. Y entonces, verdaderamente, triunfaré en vosotros y a través de vosotros triunfaré en todo el mundo.

Vivid mi mensaje de Beauraing, dad a conocer mis apariciones en Beauraing a todos mis hijos y los que me den a conocer y me amen tendrán la vida eterna.

Reza mi Rosario todos los días

Rezad cuatro rosarios por Brasil esta semana, para que el mal no vuelva y mi Corazón Inmaculado siga triunfando y liberando la Tierra de la Santa Cruz de las fuerzas de mi enemigo.

Mi amado Marcos, en el Aniversario de mi Aparición en Beauraing, el día 29, te daré a ti que diste a conocer mi Aparición y mis mensajes de Beauraing a todos mis hijos, te daré nueve bendiciones especiales.

Y como sé lo que deseas pedirme, daré a tu padre Carlos Tadeo 329 bendiciones especiales el día de mi Aparición en Beauraing y al día siguiente le daré otras 598.

Así derramaré sobre él la abundancia de gracias que los méritos de la película de Beauraing que hiciste para mí te dan derecho. Y como sé que derramas todas las gracias por él porque le amas más que a ti mismo. Como sé que deseas beneficiarle y enriquecerle más que a ti misma y que piensas más en su bien y en su felicidad que en los tuyos propios, entonces le daré la mayor parte de las gracias.

Así sabré qué corazón quedará satisfecho, ¿verdad, mi angelito de amor? Y que mis hijos comprendan también lo valioso que es cualquier trabajo realizado por amor a mí. Mi hijo Jesús nunca dejará de recompensar con gracias superabundantes los méritos de todas las obras de amor hechas por amor a mí.

Así, el amor, la misericordia y la generosidad del Señor triunfan siempre en este mundo que ya no sabe lo que es el amor, lo que es la caridad, lo que es más buscar el bien del otro que el propio y lo que es verdaderamente dar la vida por el hermano. Así, ¡el amor siempre triunfa!

Seguidme, hijos míos, por el camino del amor, porque con el amor lo venceréis todo, venceréis al mundo como lo hizo mi hijo. Y entonces, será el triunfo de nuestro amor sobre este mundo desierto, helado y sin amor y finalmente el amor triunfará, el amor vivirá.

A todos bendigo con amor ahora Beauraning, Banneux y Jacareí.

(María Santísima después de bendecir los objetos santos): «Como dije antes, allí donde llegue uno de estos rosarios, allí estaré viva con los Ángeles del Señor llevando las grandes gracias de su amor.

El domingo pasado dejé impresa en los ojos de mi hijito Marcos, durante la aparición, no sólo mi figura, mi silueta, sino también la de uno de los Santos Ángeles que vinieron conmigo, para indicaros a todos vosotros, hijos míos, que donde yo estoy siempre están los Ángeles del Señor derramando grandes gracias.

Rezadles, confiad en su protección, entregaos, consagraos a ellos y dejaos guiar por ellos por el camino de la oración, de la santidad y del amor.

¡Rezad más cada día!

Os bendigo a todos con amor ahora, una vez más, para que seáis felices y os doy también a través de mi Madre Rostro aquí presente mi bendición y la bendición de mi hijo vivo Jesús».