miércoles, 26 de marzo de 2025

En Este Momento La Oración Debe Ser Mayor Que En El Pasado; Debes Clamar Para No Caer En Las Garras Del Demonio Infernal Y Sus Secuaces

Mensaje de la Santísima Virgen María a Luz de María el 25 de marzo de 2025

Amados hijos de Mi Inmaculado Corazón, recibid Mi Bendición Maternal.

Deseo que os cobijéis en Mi Corazón para que el mundano y el maligno no os toquen.

Esto Podéis Conseguirlo: pedídmelo y dedicaos a trabajar y actuar rectamente para que seáis criaturas de bien. Pedidme cada día que os lleve de la mano y os conduzca por el camino hacia Mi Divino Hijo.

Rezad a la Santísima Trinidad, sin que esta oración sea apresurada, sino sobre todo con gran respeto y amor.

Pide la presencia en ti de los Dones del Espíritu Santo y de Sus Virtudes (cf. Lc. 11,9-13) para que la transformación sea al unísono.

Los que tienen mal carácter piden al Espíritu Santo que los transforme, es necesario que lo soliciten.

Los que poseen envidia, discordia, rencor, los presuntuosos, los impenitentes, los que persisten en el pecado, deben arrepentirse profundamente y acudir al Sacramento de la Reconciliación.

Hijos de Mi Divino Hijo:

Estáis en grave peligro espiritual...

Los que persisten en seguir aliados a lo que les mantiene en el pecado, son accesibles al Diablo y éste los somete con su astucia para que entristezcan al Espíritu Santo. (cf. Ef. 4:30-31)

Amadísimos hijos de Mi Divino Hijo, como humanidad permanecéis en el momento de los «ayes». Este momento es muy doloroso, es angustioso, es triste y es signo de un juicio inminente (cf. Ap 8,13; 9,12-14; 11,14).

La humanidad se encuentra entre el abismo del mal y la salvación; es importante que cada uno de vosotros seáis criaturas del bien. Las legiones del mal no se detienen ante Mis hijos débiles, con poca fe o sin fe.

Como Madre de la Humanidad os ordeno que os preparéis con lo que tengáis financieramente a vuestra disposición.

Aquellos que no posean financieramente con qué prepararse, si poseéis un grano de un alimento, guardadlo como un tesoro y entonces los Ángeles de Mi Divino Hijo os proveerán; sólo en los casos en que no poseáis con qué prepararos.

Las fuerzas del mal mueven a los que no desean conocer a Mi Divino Hijo a encargarse de provocar la hecatombe mundial.

Hijos, este momento es muy serio y grave para la humanidad. Yo os protejo con Mi Manto Materno, Yo soy Su Madre y deseo que todos Mis hijos sean adoradores de Mi Divino Hijo.

En este momento la Oración debe ser mayor que en el pasado; debéis clamar para no caer en las garras del Demonio Infernal y de sus SECuaces.

¡Llega la Traición! Las naciones se alían con el enemigo, que luego las ataca sin piedad.

Caminan hacia el sufrimiento de la guerra.

Rezad hijos de Mi Divino Hijo, rezad, el terrorismo (1) ataca a varios países.

Rezad hijos de Mi Divino Hijo, rezad, la enfermedad se extiende rápidamente afectando al sistema respiratorio y a la piel; guardad con vosotros las medicinas que la Casa del Padre os ha revelado para este tiempo.

(2)

Orad hijos de Mi Divino Hijo, permaneced fieles al verdadero Magisterio de la Iglesia.

«No Temáis, ¿No Estoy Aquí Quien Soy Vuestra Madre?»

Permanezco Atenta Observándoos Para Ayudaros.

Os amo, os bendigo.

Mama Maria

Ave María Purísima, Concebida Sin Pecado

Ave María Purísima, Concebida Sin Pecado

Ave María Purísima, Concebida Sin Pecado

(1) Sobre el terrorismo, lee...

(2) Recomendaciones del Cielo para el Sistema Respiratorio y la Piel leer libro : Plantas Medicinales

Comentario de Luz De María

Hermanos:

Nuestra Madre Santísima es tan maternal que no desea que nos perdamos.

Nuestra Madre me ha permitido una visión clara de un ataque intempestivo y del inicio de la guerra mundial y del caos mundial y de la gravedad del uso de armas de largo alcance que en pocos minutos logran su objetivo.

Deseo llamaros a reflexionar sobre las palabras de Mama María, especialmente sobre el significado de la palabra hecatombe: «mortalidad, calamidad, desgracia, infortunio, catástrofe de grandes dimensiones».

Recemos para que Nuestra Madre Santísima, en este día de la Solemnidad de la Anunciación del Señor, nos ayude a decir nuestro sí a Dios.

Amén.