sábado, 6 de octubre de 2007

Mensaje de la Muy Santa María

Marcos, hijo muy querido. ¡Te bendigo nuevamente hoy y a todos aquellos que han venido sinceramente a rezar conmigo en mi honor!

Soy la Señora del Rosario. A las almas que más aman mi Rosario en esta vida, les prometo en el Cielo ponerlas en el lugar vacío que los ángeles que cayeron al principio del mundo dejaron desocupado.

Pondré a estas almas en su lugar, para que como los Serafines del Amor tomen el lugar que esos desdichados dejaron vacío.

A las almas que son más devotas a mi Rosario en la tierra, les prometo colocarlas ahora, en la vanguardia de los Coros Angélicos y los Santos, que están más cerca del Trono de la Santísima Trinidad; para que puedan disfrutar de mayor alegría, mayor gozo y mayor disfrute de la felicidad, el amor y la gloria de DIOS en el Cielo!

A las almas que son más devotas a mi Rosario, les prometo darles el lugar más cercano a mi Trono y allí les sonreiré, hablaré a sus oídos y corazones como una Madre tierna por siglos venideros; dándoles luz, conocimiento de mí, de mi Amor y de DIOS, que no daré a las almas que no quisieron ser devotas a mi Rosario.

¡Reza conmigo! Mi Rosario es tu salvación, es la salvación del mundo! ¡Ningún problema es imposible de resolver con la Oración del Rosario! Con el Rosario no hay nada imposible Mis hijos, ¡nada!

¡Reza! ¡Reza! ¡Reza y entrégate en mis manos, pues yo soy tu Madre y te defenderé como una leona a sus cachorros! No hay nada que te pueda suceder que escape a mi mirada. ¡Lo sé todo y cuido todo! Reza el Rosario y los veré".