domingo, 6 de enero de 2008

Domingo, 6 de enero de 2008

(Epifanía)

Jesús dijo: “Mi gente, muchos de los judíos tenían diferentes expectativas sobre cómo aparecería el Mesías. Algunos no podían aceptar que yo tuviera orígenes tan humildes como nacer en un establo. Pero aún así, los pastores y los reyes de Oriente fueron guiados por la milagrosa Estrella hasta donde yo nací. Me adoren como el Rey Infante, y los reyes de Oriente me trajeron regalos reales de oro, incienso y mirra. A los reyes se les advirtió que no le contaran al rey Herodes dónde estaba, porque sabían que el rey intentaría matarme. Den alabanza y gloria a su Rey, y yo compartiré mis regalos espirituales reales con todos ustedes. Comparto mi mismísimo Ser con ustedes en la Sagrada Comunión. Las lecturas también se centran en la Luz de mi Estrella que iluminará un camino para cada uno de ustedes a través de la oscuridad de esta vida hacia el cielo. Así como los Magos siguieron mi Estrella, quiero que todos ustedes me sigan como una Luz para protegerlos de la oscuridad de sus pecados. Los amo mucho a todos, incluso como aman a su Rey Infante. Regocíjense en mi amor, y compartan mis regalos de amor y fe con todos los que entren en su vida. Traigan su regalo a mi altar después de haber limpiado sus almas y haber reparado con su vecino.”

Jesús dijo: “Mi gente, muchos se han preguntado a dónde serían llamados a ir en busca de refugio. Les he dicho antes que serán guiados por su ángel guardián a un lugar de las apariciones de mi Santísima Madre, un lugar de tierra sagrada, o incluso una cueva en zonas montañosas. La visión es una zona montañosa donde podrían encontrar cuevas que incluso podrían ser excavadas por mis ángeles. Les he pedido que lleven ropa abrigada y una manta para dormir porque hace frío en una cueva, pero no hace un frío helado. La poca comida que traigan, yo la multiplicaré. Se proporcionará agua, maná y carne, así que no se preocupen por cómo sobrevivirán. Mis ángeles los protegerán de los malvados y habrá manantiales de agua curativa para curar cualquier enfermedad de los malvados. Elías se escondió en el monte Carmelo para protegerse de ser asesinado, al igual que mis fieles necesitarán la misma protección. Den alabanza y gracias a su Dios por tener misericordia de ustedes al brindarles mi protección angelical.”