viernes, 25 de septiembre de 2009

Viernes, 25 de septiembre de 2009

Jesús dijo: “Mi gente, San Pedro declaró justamente que Yo soy el Cristo, el Hijo del Dios vivo. No quería que Mis apóstoles se lo contaran a todo el mundo porque Yo vine como el Siervo Sufriente para morir por la humanidad y no para glorificarme en el poder. Mi gloria se manifiesta en Mi Resurrección. Así como Yo sufrí, así llamo a Mis fieles a tomar su cruz diaria y seguirme mientras se unen a Mi sufrimiento. Esta visión del helicóptero es cómo los hombres malvados de negro asaltarán sus ciudades en la noche antes de la ley marcial para poder llevar a sus objetivos de religiosos y patriotas a sus centros de detención para asesinarlos y cremar sus cuerpos. Los advertiré antes de que vengan a sus casas para que sus ángeles los lleven a sus refugios. Tengan confianza en Mi poder y protección para ustedes en Mis refugios. Allí les proporcionaré comida, agua y refugio. Sufirán más durante la tribulación, que será como su purgatorio en la tierra. Pueden sufrir por un tiempo, pero luego compartirán la alegría de Mi Era de Paz.”

Jesús dijo: “Mi gente, si realmente quieren ser santos, deben tomar su cruz diaria y seguirme. Al ofrecerme todos sus dolores y decepciones cada día, puedo ayudarlos a soportar las cargas de sus vidas en Mi cruz. Para tener Mi paz en su alma, deben ser capaces de separarse de todas las preocupaciones, ansiedades y miedos que los amenazan en su vida. Pueden estar preocupados por cómo obtener el dinero que necesitan para administrar su hogar y alimentar a su familia. Pueden estar preocupados por la salud de algunos de sus familiares y cómo podrían ayudarlos. Pueden estar preocupados por mantener su trabajo o enviar a sus hijos a la escuela. Es correcto planificar los eventos en su vida, pero deben poner su confianza en Mí, que los ayudaré en todas sus necesidades. Cuando pongan completamente su confianza en Mí, realmente tendrán paz sin ningún miedo o preocupación. Esta lección en la vida de plena confianza en Mí es cómo serán dirigidos a una vida santa. Mis sacramentos les dan la gracia para ayudarlos en su santidad. Mantengan su enfoque en Mí para que todo lo que hagan se haga por amor a Mí. Soy su compañero en la vida y su consagración diaria permite que cada acción sea una oración para Mí. Al caminar conmigo y llevar su cruz de sufrimiento, los guiaré en su camino hacia la santidad.”