Lunes, 11 de junio de 2001

"Soy tu Jesús, nacido Encarnado. La conversión de un corazón es como un alma que pasa de la oscuridad a la luz. Así como el sol pasa de detrás de una nube, el alma que se está convirtiendo recibe la luz para ver lo que se interpone entre él y Dios. Si acepta este conocimiento con humildad, está dispuesto a hacer el esfuerzo para superar estos pecados o defectos."

"Es el corazón orgulloso el que no está abierto al autoconocimiento, sino que se cree lo suficientemente perfecto. Esto es orgullo espiritual. Uno así puede envidiar los dones espirituales de otros, lo cual en sí mismo es un pecado que superar. La conversión de un corazón es de momento a momento para todos. Nadie puede decir en realidad, 'Estoy convertido - estoy salvado', porque en el momento siguiente puede caer en pecado grave."

"Termina cada día con un examen exhaustivo de conciencia. Pide la gracia de una visión honesta de tu propio corazón. Se te concederá."