Viernes, 26 de junio de 2009

La Santísima Madre dice: "Alabado sea Jesús."

"Hoy vengo a ayudar a cada alma a darse cuenta de que la fe no se basa en grandes catedrales o incluso en personas de título o rango destacado dentro de la Iglesia. La fe debe estar anclada en el Amor Santo en el corazón."

"Si no lo está, entonces es una imitación--una fe superficial. El corazón de cada uno es genuino o artificial en sus afectos. Dios, Que solo mira el corazón, juzga solo según el Amor Santo en el corazón o la falta del mismo en el momento de la muerte. Virtudes falsas, apegos al mundo, falta de perdón, todos los argumentos o excusas, no le hacen ningún bien al alma en ese momento más importante."

"Debido a que la fe es según el corazón de cada individuo, el alma se convierte en un campo de batalla--la verdad contra las mentiras de Satanás. Vuelvan a Mí en sus conflictos, pues Yo soy la Protectora de su Fe. Defenderé su fe, ya que Mi Hijo me ha entregado la fe de su corazón. No confíen este don de la fe a nadie más--a falsas opiniones nacidas del odio, a los celosos sobre los que el Cielo ha perdido influencia--o a aquellos que solo buscan el control y no su bienestar."