Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil
lunes, 23 de enero de 1995
Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Itapiranga, AM, Brasil

Nuestra Señora apareció en una comunidad de San Antonio, en Itapiranga, dentro de la Capilla. Dio el siguiente mensaje:
¡La paz esté con ustedes!
Queridos hijos, los amo con un gran amor. Soy la Madre de Dios, su Madre, y la Reina de la Paz. ¡Qué feliz estoy de verlos a todos reunidos aquí orando! Oren más, hijitos, para que todos mis planes se hagan realidad tal como los he planeado.
Hijitos, he elegido esta ciudad y a todos ustedes, para traer un mensaje muy importante y muy urgente que es para todo el mundo. Es el siguiente: Conviértanse, conviértanse, conviértanse. Conviértanse lo más rápido posible. Nuestro Señor, mi amado Hijo Jesucristo está muy triste por la situación en su país y en todo el mundo. Está a punto de enviar un gran castigo por el pecado, así que, hijitos, líbrense del pecado. No caminen por el camino del pecado y la impureza. Sean puros todos los días para Dios nuestro Señor. Mi Hijo Jesús los ama mucho y quiere tanto su salvación.
Hijitos, yo como su Madre les pido: recen el santo rosario todos los días por la paz en el mundo, por la conversión de los pecadores, y por el fin de la guerra. Hijitos, oren, oren, oren. Tengan más amor por Dios y acérquense a Él a través de la oración. La solución a sus problemas solo se encuentra en mi Hijo Jesucristo. No busquen ayuda en lo que no pertenece a mi Hijo Jesús (macumba y espiritismo). Confíen más en Dios. No permitan que Satanás los aleje de mi Hijo Jesucristo. Renuncien a satanás rezando el rosario y asistiendo a la Santa Misa, para pertenecer totalmente a Jesús. En la Eucaristía, mi Hijo Jesús los espera con un amor inconmensurable. Vengan a la Santa Misa, para ser totalmente suyos. Confiesen sus pecados. No vengan a recibir a mi Hijo Jesús con pecado grave. Purifíquense primero con la Santa Confesión. Existe el riesgo de que muchos se pierdan eternamente, si habitualmente viven en medio del pecado y sin haberse confesado como deberían. Sean sinceros con mi Hijo Jesucristo, quien derramó toda su Sangre y dio su Vida por la salvación de sus vidas.
Mis hijos, quiero extender a cada uno de ustedes reunidos aquí una invitación: recen el rosario todos los días aquí en la capilla. Vengan a la Casa del Padre a orar, porque los estaré esperando para darles muy especiales gracias. Presten atención a mi invitación y prometo a todos aquellos que oren aquí que podrán recibir muchas gracias para su salvación y para la salvación de sus familias. Oren, hijitos, oren mucho, mucho, mucho!
Soy la Reina de la Paz, y vengo a traerles la paz que mi Jesús me ha permitido darles. Gracias por haber escuchado mi llamada. Gracias, hijitos. Bendigo a todos los reunidos aquí con una bendición muy especial que mi Hijo Jesús me dio para darles a todos. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.
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