Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil
domingo, 18 de marzo de 2018
Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡Paz a tu corazón!
Hijo mío, yo, tu Madre, vengo una vez más del cielo para invitarte a la oración y a la conversión, porque la oración y la conversión faltan en el mundo y en muchas familias.
Di a tus hermanos y hermanas que no pierdan el tiempo. Es el momento de que escuchen la llamada del Señor, viviendo lo que les pide para que muchas almas se salven de la ceguera espiritual. Muchos de mis hijos no ven nada ni oyen nada, y mi Corazón Inmaculado sufre.
Me alegro por la presencia de cada uno de vosotros, aquí en este lugar, elegidos por el Señor y bendecidos por mi presencia.
Hijo mío, di a todos que amen mucho, mucho, mucho a Jesús, porque mi Divino Hijo está muy ofendido y los pecados del mundo están atrayendo Su Divina Justicia y muchos sufrimientos, porque no hay suficientes reparaciones para aplacar la indignación del Padre Eterno.
Pide la misericordia de Dios para el mundo pecador. Dios aún te da tiempo. Aprovecha este tiempo para aprender a ser Suyo.
Te amo, hijo mío, y a todos tus hermanos, y te bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
19 de marzo, por la mañana
Al leer la segunda lectura de hoy, 19 de marzo, recordé el mensaje que Jesús me había dado el 11 de marzo. Las palabras que leía entraban en mi corazón y abrían mi entendimiento a lo que me había revelado, y di gracias al Señor por ello.
Rom 4:13, 16-18, 22
Esperando contra toda esperanza
Lectura de la Epístola del Apóstol San Pablo a los Romanos
Hermanos: No fue mediante la Ley, sino mediante la justicia de la fe, como se hizo la promesa a Abraham o a su descendencia de que recibiría el mundo como herencia. Por tanto, la herencia viene por la fe, de modo que es un don gratuito de Dios y la promesa es válida para toda la descendencia, no sólo para la descendencia según la Ley, sino también para la descendencia según la fe de Abraham. Él es el padre de todos nosotros, como está escrito: «Te he hecho padre de muchos pueblos». Es nuestro padre ante Aquel en quien creyó, el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia lo que no existe. Esperando contra toda esperanza, Abraham creyó, convirtiéndose en padre de muchos pueblos, como se le había dicho: «Así será tu descendencia». Por eso esto «le fue atribuido como justicia».
Orígenes:
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