sábado, 12 de marzo de 1994

Mensaje de Nuestra Señora

Hijos Míos, hoy vengo, en este primer Mensaje que comenzaré a dar cada sábado a esta misma hora, a llamarlos a la Fe y Confianza.

Muchos son los que Me consideran una persona severa, ruda, una persona muy lejana de ustedes. Cuando pecan, tienen miedo de acercarse a Mí y regresar a Mi Corazón.

No, hijos Míos! ¡No soy así! ¡No teman acercarse a Mí! Soy la 'Madre' de cada uno de ustedes. Y no me alegro de la condenación de los pecadores. Lloro cuando ustedes se condenan, y me alegro cuando regresan a Mí.

DIOS Me envió aquí, no para transmitirles el Mensaje del miedo, del resentimiento, sino del infinito e inconmensurable AMOR de DIOS por ustedes! El Cólera del Señor es el 'último medio' que Él elige para corregirlos.

¡Yo Soy la Ternura de DIOS! Vengan, hijos Míos, construyamos la Edad del AMOR! ¡No se separen de Mí! DIOS es AMOR sin fin! Pisen la cabeza de la serpiente para que vea que creen en el AMOR de SU Padre Celestial! y por ÉL quieren vivir.

Queridos hijos Míos, LOS AMO! Les he dicho esto en todos los Mensajes, pero… ¡todavía no creen!

Oren, entregándose a Mí, para que pueda protegerlos! ¡Oren el Rosario con el corazón! (pausa) Los bendigo a todos, con un inmenso AMOR y CUIDADO".

Segunda Aparición

"Hijos Míos, hoy deseo animarlos, para que oren con fervor inusual a DIOS!

Queridos hijos, hoy Mi Presencia quiere hacerse sentir fuertemente en cada uno de ustedes.

Queridos hijos, Satanás quiere causar 'desorden' en sus almas haciéndolos indiferentes a la oración. ¡No cedan a él! Oren! Entonces pisarán su cabeza.

Queridos hijos, oren el Rosario todos los días, para que siempre estén cerca de Mí!

Hijos, dejaré aquí Trece SECRETOS de los cuales, hasta ahora, he revelado cinco. Hijos Míos, ¡conviértanse sin demora! No saben los 'eventos' que se acercan a ellos. Así que oren! oren! pero no teman, porque aquellos que están conmigo no tienen nada que temer, pues los protegeré de todo mal.

Queridos hijos Míos, hoy los llamo a un cambio urgente de vida! Hijos Míos, los he estado guiando por algún tiempo.

Hijos Míos, ya no puedo soportar sostener el Brazo de la DIVINA Justicia. que quiere descargar SU Justa Ira sobre la humanidad pecadora.

Hijos Míos, ¡soy su última esperanza! Vengan, hijos Míos, y oren más y más! ¡Oren el Rosario todos los días!

Los bendigo en nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo!"